viernes, 30 de mayo de 2014




Son muchos los motivos que nos pueden llevar a publicar bajo seudónimo nuestras obras. Tal vez porque estás empezando y te sientes más seguro/a usando un sobrenombre; o porque quieres separar tu trabajo de tu escritura; o porque escribes dos géneros literarios muy distintos.
Por ejemplo, es famoso el caso de la autora de la saga de Harry Potter, que empezó a publicar sus libros bajo el ambiguo seudónimo de J.K.Rowling y años más tarde, cuando quiso dar el salto a la literatura para adultos, eligió el sobrenombre Robert Galbraith. Otro caso conocido es el de la estadounidense Eleanor Marie Robertson, quien publica novela romántica bajo el nombre de Nora Roberts y trhiller erótico como J.D.Robb.
Al margen de los motivos que nos lleven a buscar un seudónimo para publicar nuestras obras, lo cierto es que esta búsqueda puede parecerse a elegir el nombre de los personajes de una novela, pero es incluso más complicado. El seudónimo será a la vez tu máscara y tu imagen; tiene que representarte y tiene que gustarte lo suficiente como para cargar con él el resto de tu vida.
Escoger un seudónimo nos da la oportunidad de rebautizarnos, de elegir por nosotros mismos el nombre y el apellido que queremos llevar en lugar de aquellos que nos fueron impuestos al nacer y, en muchos casos, será un nuevo nombre que te acompañará de por vida. No es una decisión que se deba tomar a la ligera. Por eso hemos preparado esta lista de consejos para buscar el seudónimo perfecto:
1. Revisa tu árbol genealógico
La familia es el mejor punto de partida para buscar un seudónimo. Por un lado, tenemos un árbol genealógico lleno de nombres y apellidos que podrían combinar muy bien como seudónimo. ¿Por qué no juntar el nombre de tu abuela materna con el apellido de un bisabuelo paterno? ¿Por qué no usar el nombre de tu padre como apellido, o el de tu madre?   

2. Revisa la historia familiar
La historia y la procedencia de la familia también funciona como fuente de inspiración a la hora de buscar sobrenombres. Tal vez tú hayas vivido toda tu vida en Barcelona, pero el origen de tu familia sea otro y siempre hayas escuchado a tus padres o a tus abuelos hablar con nostalgia de su pueblo natal. ¿No funcionaría ese nombre como apellido para tu álter ego literario?
3. Busca nombres con significado
Hay muchos diccionarios de nombres para bebés que incluyen su significado. Si buscas seudónimo, puedes recurrir a ellos para dar con un nombre que encaje con tu personalidad y con la de tu forma de escribir. En estos diccionarios no suele haber apellidos, pero de nuevo os recuerdo que muchos nombres funcionan también como apellidos (Martín, Rodrigo, Alonso…).
4. Usa un generador de nombres
Tanto en Google como en la tienda de aplicaciones de tu móvil encontrarás generadores automáticos de nombres y apellidos que puedes usar como punto de partida para tu búsqueda de ideas.
Por ejemplo, Behind the name es un generador de nombres que, a pesar de estar en inglés, merece la pena porque nos permite muchas opciones de configuración. Otro enlace interesante es el de la herramienta del INE con los apellidos y nombres más frecuentes en España.
5. Busca en tus aficiones
¿Cuáles son tus personajes de ficción favoritos? ¿Y tus autores? ¿Y tu deportista favorito? Haz una lista con nombres de personas a las que admires y combina sus nombres y sus apellidos en busca de alguno que te guste.
6. Investiga el género que escribes
Si escribes un tipo muy concreto de narrativa, acude a tu librería y echa un vistazo a los autores más destacados del género para analizar qué clase de nombres suelen ponerse. Fíjate en todos los detalles: ¿usan sus iniciales o sus nombres completos? ¿Qué clase de nombres son? ¿Es un género en el que publican mayoritariamente hombres?
Este análisis puede darte pistas a la hora de escoger un seudónimo. Por ejemplo, si tú eres mujer y escribes un género literario en el que mayoritariamente publican hombres, tal vez te interese un seudónimo ambiguo o con iniciales en lugar de un nombre.
7. Haz la prueba del algodón
O, lo que es lo mismo, haz una lista con todos los posibles candidatos y comprueba que funcionen y estén disponibles. ¿Cómo? Muy fácil:
Pronunciación y apariencia: es el primer paso. Comprobar que queda bien por escrito y que suena bien al pronunciarlo en voz alta pero, al mismo tiempo, tienes que valorar si se trata de un nombre fácilmente pronunciable/recordable por los lectores o si es un nombre demasiado complicado.
Representación: tan importante como el punto anterior, o incluso más, es que pienses cuánto te identificas con ese nombre y si te sentirás a gusto con él a largo plazo. Esto del seudónimo puede ser como hacerse un tatuaje, así que piensa bien si te seguirá gustando dentro de diez o veinte años.
Originalidad: haz unas cuantas búsquedas en Google para asegurarte de que ese nombre (u otro muy parecido que pueda confundirse) no tiene ya por dueño a otro escritor, a un cantante, a un político o a un futbolista, por ejemplo.
Disponibilidad: revisa las redes sociales para ver si el perfil del nombre está disponible. También puedes comprobar la dirección web en un buscador de dominios y, si está libre, registrarlo en cuanto decidas con cuál te quedas.

Y vosotros, ¿usáis o habéis usado seudónimo alguna vez? ¿Por qué motivos? ¿Cómo lo escogisteis?



4 comentarios:

  1. Excelente entrada.
    Mi pseudónimo está compuesto por: nombre, parte de mi nombre real; apellido, uno de mis personajes favoritos de la literatura. ;)

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    1. Mary Heathcliff, me alegra saber que te a gustado esta entrada y conocer como nació tu nombre.

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  2. Buenos tips, en mi caso es mi nombre real pero cambio el apellido, elegí Potter por mi amor a la saga de Harry Potter
    un beso

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    1. Buena opción Yahira Potter, muy validas tus elecciones. Feliz de que te guste la entrada.

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