domingo, 4 de marzo de 2012

“Una Chivita con la barriga jarta de jobos”


Con este blog de hoy no pretendo dañar a nadie, es simplemente un comentario que ya sabrán ustedes si amerita respuesta o pasa de largo.
Cuando decidi publicar mi primera novela la envié a varias editoras, unas renombradas y otras no tanto. Ninguna se digno nunca a escribir un simple correo electrónico diciendo: “Lo sentimos su material no llena nuestras expectativas”, o, lo que sea que se escriba en estos casos.
Hasta que alguien que trabajo en una de esas editoras comento en una reunión, que muchos de los manuscritos que les llegaban ni se tomaban la molestia de leerlos porque no correspondían a figuras reconocidas que les garantizarían ingresos a la editora.
A ver, ¿Cómo creen qué me cayó el comentario? De la patada. Sí, así fue como me cayó. Me sentí indignada y por supuesto desvalorizada en todos los sentidos.
Cuando decido arrancar con mi proyecto, es a raíz de una disque editora canadiense, que para mi resulta ser una imprenta con nombre de editora, (lo mismo sucede en mi país con otras disque editoras, no son más que imprentas sin ética) mi intensión es dar la oportunidad a todos esos jóvenes y no tan jóvenes que tiene sueños de ver sus trabajos publicados. Yo quiero trabajar con este concepto:
*Recibir el material.
*Leerlo con un criterio abierto.
*Si siento que hay un buen material y considero que falta algo, conversar con el escritor para que trabaje un poco más la trama de ser necesario.
*Re leído y de acuerdo los dos, (editor y escritor) proceder a buscar el mejor concepto para la portada.
*Finalmente el lanzamiento del libro.
Parece sencillo; pero sé que será mucho trabajo el cual estoy feliz de realizar.
No pretendo dar clases a ningún editor, eso ¡Jamás! Nunca me atrevería ni en sueños, a dar clases de su trabajo a un profesional del ramo. Soy una aprendiz, que iré levantando los pies con cada tropezón; pero feliz de ir aprendiendo en el camino, tanto el autor como yo estaremos sumergidos en una aventura de conocimientos.
Adoro escribir, es un placer indescriptible el poder ver como las ideas se van plasmando a medida que el cursor va dejando atrás cada letra y al final ves como tus pensamientos y tus ideas han sido impresas en una hoja virtual. Luego saber que otras personas leen lo que escribes, quizás estén de acuerdos algunos y otras te tilden de ingenua y soñadora; pero ¿Qué sería de este mundo sin nosotros los soñadores? Pregúntenle a Johannes Gutenberg, o, Leonardo da Vinci.
Los soñadores somos una especie especial, nos atrevemos hacer lo que otros sueñan hacer y no se atreven, somos los que no les tememos al ridículo y nunca hacemos casos a los pesimistas. Y tampoco nos cansamos de intentarlo una y otra vez.
Si esa es una enfermedad. Yo estoy feliz de padecerla.
Posdata:
Olvidaba explicar lo que significa en mi país: “Una chivita con la barriga jarta de jobo”. Lo diré con mis palabras. Primero es un refrán. Y es como una forma despectiva de decirle a una persona que pretende ser algo, o, alguien que no es más que una pretenciosa. 

http://bit.ly/y81OGh       

1 comentario:

  1. Qué bellas palabras :)
    Me encanta tu blog, el título es precioso
    Besotes

    Tengo un blog ¿Te haces seguidora? http://lobodelasnieves.blogspot.com.es/

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