Reflexiones

Con frecuencia me detengo a pensar en mis limitaciones. Luego reflexiono y me percato que mis mayores limitaciones son las que construyo en mi mente. Liberarse de esas ataduras es una tarea titánica porque constantemente mi mente dice: “No puedes por esto o aquello”, y para colmo de males nunca falta el que te los refuerza. Luego viene como un invitado indeseado, el miedo. Sí, el miedo al qué dirán al que pensaran de mí, si me atreveré. En fin que además de miedo están los prejuicios que me hago. Por lo cual llego a la conclusión de que somos muchos los que deseamos hacer algo que transformen nuestras vidas; pero esas “Limitaciones, Miedos y Prejuicios” son nuestros mayores enemigos, son las anclas que nos retienen para no avanzar en nuestros propósitos de lograr nuestras metas. Y nos quedamos ahí, esperando a que alguien llegue a socorrernos a mostrarnos el camino. ¡Ey, despierta, no, no hay nadie! Los demás están ocupados haciendo sus caminos, otros buscando sus propios caminos y los que menos son los que se sientan a señalarnos y a decirnos lo que está mal y a criticarnos porque ellos no se atreven a soltar las amarras; pero tú y yo ya descubrimos como liberarnos, ahora nos toca. Por lo que de hoy en adelante esto es lo que les digo a esas tres buenas para nada.

¡Pal carajo! “Yo sí puedo” y me importa  un pepinillo lo que digan. En cuanto a mis limitaciones…Bueno ahí están; pero también puedo con ellas, así que les declaro a esas tres una guerra abierta. De hoy en adelante la Capitana de esta vida “Soy Yo”. Tengo el control.

¡¡ Y voy por mi vida!!

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