Son muchos
los motivos que nos pueden llevar a publicar bajo seudónimo nuestras obras. Tal
vez porque estás empezando y te sientes más seguro/a usando un sobrenombre; o
porque quieres separar tu trabajo de tu escritura; o porque escribes dos
géneros literarios muy distintos.
Por ejemplo, es famoso el caso de la autora de la saga de Harry Potter, que
empezó a publicar sus libros bajo el ambiguo seudónimo de J.K.Rowling y años
más tarde, cuando quiso dar el salto a la literatura para adultos, eligió el
sobrenombre Robert Galbraith. Otro caso conocido es el de la estadounidense
Eleanor Marie Robertson, quien publica novela romántica bajo el nombre de Nora
Roberts y trhiller erótico como J.D.Robb.
Al margen de los motivos que nos lleven a buscar un seudónimo para publicar
nuestras obras, lo cierto es que esta búsqueda puede parecerse a elegir el nombre de los personajes de una novela,
pero es incluso más complicado. El seudónimo será a la vez tu máscara y tu
imagen; tiene que representarte y tiene que gustarte lo suficiente como para
cargar con él el resto de tu vida.
Escoger un seudónimo nos da la oportunidad de rebautizarnos, de elegir por
nosotros mismos el nombre y el apellido que queremos llevar en lugar de
aquellos que nos fueron impuestos al nacer y, en muchos casos, será un nuevo
nombre que te acompañará de por vida. No es una decisión que se deba tomar a la
ligera. Por eso hemos preparado esta lista de consejos para buscar el
seudónimo perfecto:
1. Revisa tu árbol genealógico
La familia
es el mejor punto de partida para buscar un seudónimo. Por un lado, tenemos un
árbol genealógico lleno de nombres y apellidos que podrían combinar muy bien
como seudónimo. ¿Por qué no juntar el nombre de tu abuela materna con el
apellido de un bisabuelo paterno? ¿Por qué no usar el nombre de tu padre como
apellido, o el de tu madre?
2. Revisa la historia familiar
La historia
y la procedencia de la familia también funciona como fuente de inspiración a la
hora de buscar sobrenombres. Tal vez tú hayas vivido toda tu vida en Barcelona,
pero el origen de tu familia sea otro y siempre hayas escuchado a tus padres o
a tus abuelos hablar con nostalgia de su pueblo natal. ¿No funcionaría ese
nombre como apellido para tu álter ego literario?
3. Busca nombres con significado
Hay muchos
diccionarios de nombres para bebés que incluyen su significado. Si buscas
seudónimo, puedes recurrir a ellos para dar con un nombre que encaje con tu
personalidad y con la de tu forma de escribir. En estos diccionarios no suele
haber apellidos, pero de nuevo os recuerdo que muchos nombres funcionan también
como apellidos (Martín, Rodrigo, Alonso…).
4. Usa un generador de nombres
Tanto en
Google como en la tienda de aplicaciones de tu móvil encontrarás generadores
automáticos de nombres y apellidos que puedes usar como punto de partida para
tu búsqueda de ideas.
Por ejemplo,
Behind the
name es un generador de nombres que, a pesar de estar en inglés,
merece la pena porque nos permite muchas opciones de configuración. Otro enlace
interesante es el de la herramienta del INE con los apellidos y nombres más
frecuentes en España.
5. Busca en tus aficiones
¿Cuáles son
tus personajes de ficción favoritos? ¿Y tus autores? ¿Y tu deportista favorito?
Haz una lista con nombres de personas a las que admires y combina sus nombres y
sus apellidos en busca de alguno que te guste.
6. Investiga el género que escribes
Si escribes
un tipo muy concreto de narrativa, acude a tu librería y echa un vistazo a los
autores más destacados del género para analizar qué clase de nombres suelen
ponerse. Fíjate en todos los detalles: ¿usan sus iniciales o sus nombres
completos? ¿Qué clase de nombres son? ¿Es un género en el que publican
mayoritariamente hombres?
Este
análisis puede darte pistas a la hora de escoger un seudónimo. Por ejemplo, si
tú eres mujer y escribes un género literario en el que mayoritariamente
publican hombres, tal vez te interese un seudónimo ambiguo o con iniciales en
lugar de un nombre.
7. Haz la prueba del algodón
O, lo que es
lo mismo, haz una lista con todos los posibles candidatos y comprueba que
funcionen y estén disponibles. ¿Cómo? Muy fácil:
Pronunciación
y apariencia: es el
primer paso. Comprobar que queda bien por escrito y que suena bien al
pronunciarlo en voz alta pero, al mismo tiempo, tienes que valorar si se trata
de un nombre fácilmente pronunciable/recordable por los lectores o si es un
nombre demasiado complicado.
Representación: tan importante como el punto
anterior, o incluso más, es que pienses cuánto te identificas con ese nombre y
si te sentirás a gusto con él a largo plazo. Esto del seudónimo puede ser como
hacerse un tatuaje, así que piensa bien si te seguirá gustando dentro de diez o
veinte años.
Originalidad: haz unas cuantas búsquedas en
Google para asegurarte de que ese nombre (u otro muy parecido que pueda confundirse)
no tiene ya por dueño a otro escritor, a un cantante, a un político o a un
futbolista, por ejemplo.
Disponibilidad: revisa las redes sociales para ver
si el perfil del nombre está disponible. También puedes comprobar la dirección
web en un buscador
de dominios y, si está libre, registrarlo en cuanto decidas con cuál
te quedas.
Y vosotros,
¿usáis o habéis usado seudónimo alguna vez? ¿Por qué motivos? ¿Cómo lo
escogisteis?
Excelente entrada.
ResponderEliminarMi pseudónimo está compuesto por: nombre, parte de mi nombre real; apellido, uno de mis personajes favoritos de la literatura. ;)
Mary Heathcliff, me alegra saber que te a gustado esta entrada y conocer como nació tu nombre.
EliminarBuenos tips, en mi caso es mi nombre real pero cambio el apellido, elegí Potter por mi amor a la saga de Harry Potter
ResponderEliminarun beso
Buena opción Yahira Potter, muy validas tus elecciones. Feliz de que te guste la entrada.
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